¿Es lo mismo decantar que trasvasar?

El mundo del vino es tan inmenso y complejo que, en muchas ocasiones, nos lleva a confusiones. Éste es el caso de las diferencias entre decantar y trasvasar. ¿Sabes cuáles son? ¡No te preocupes! Te ayudamos a resolver ésta y otras dudas para que te conviertas en todo un experto.   Cuando estamos ante determinados vinos con una cierta edad, nos podemos encontrar antes dos situaciones: el vino tiene precipitados porqué la materia colorante cristaliza y precipita o, en su defecto, existe un olor muy reducido que puede hacernos pensar que la bebida no está en buen estado. ¿A qué se deben las denominadas “precipitaciones”? Éstas provienen de las diferentes filtraciones que haya sufrido el vino, cuanto más filtraciones menos posibilidades de que contenga sólidos. En cambio, los aromas reducidos (coloquialmente conocido como “olor a cerrado”) son algo normal en los vinos de larga crianza. Digamos que cuando el vino está reposando en botella, está durmiendo. Cuanto más larga sea ese periodo, más tiempo tardará en despertarse. Este proceso se denomina “abrirse el vino".   Es aquí cuando el profesional que nos abre la botella debe detectar dichos síntomas y decidir en qué momento preciso se debe decantar y/o trasvasar el vino.   Decantaremos cuando el vino contenga precipitados y tengamos que separarlos para que no enmascaren las percepciones organolépticas. Una concentración alta en polifenoles eclipsaría el sabor de la bebida. Si al abrir la botella, notamos notas reducidas y cerradas debemos trasvasar el contenido porque el vino tiene que despertar y abrirse para expresarse al máximo. Si no hacemos esta operación la bebida puede tardar horas e incluso días en llegar a su cenit organoléptico.   También se puede dar el caso donde el vino contenga precipitados y también necesite un cierto tiempo para que se pueda abrir. En esta ocasión, tanto si decantamos como si trasvasamos, dejaremos un poco de vino en la botella para que no llegue nunca el precipitado al decantador.