Seguro que alguna vez habréis oído decir que, una vez abierta una botella de vino, hay que beberla cuanto antes porque el vino irá perdiendo las propiedades originales. Este hecho es así siempre y cuando volvamos a cerrar la botella simplemente con el corcho original o la guardemos sin cerrar.
Hoy en día existen distintos sistemas que permiten abrir una botella, consumir la porción deseada, cerrarla y conservarla para consumir el resto al cabo de unos días. A nosotros el sistema que más nos gusta -por su sencillez y por su buen resultado- son las
bombas de vacío. Su funcionamiento permite aspirar el aire de la botella y reducir la oxidación del vino para así conservarlo durante varios días. Si, además, combinamos la utilización de la bomba con una vinoteca, garantizaremos aún más la perfecta conservación.
Cabe decir que este pequeño invento es un utensilio perfecto para tener en casa de cualquier familia. Sin embargo, pensamos que es idóneo para parejas o “single” (solteros) ya que te permite abrir una botella sin tener ningún remordimiento.
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